4 de noviembre de 2007

Botona

Como ojos tengo dos botones. Grandes, redondos, oscuros, brillantes.
Las piedras preciosas de mi collar son botones rojos, heredados de un viejo vestido de la abuela.
10 botones rosas aprisionan el escote de mi camisa preferida.
El ombligo cierra el ojal con mi madre, y esconde un perfecto botón, lleno de pelusa.
El botón de mi jean delimita el acceso al encaje que esconde, a mi botón preferido.
Espero no seas de primeras impresiones.
A veces para muestra no basta un botón.