Día 1
Lo único que me acuerdo es que mi anestesista era muy lindo. Por suerte en la clínica estuve poco tiempo.
Salí de quirófano a las 9 y a las 10 estaba tomando una Gatorei (como dice el doctor) y viendo si podía estar en pie.
A las 11 y pico ya estaba tratando de comer un puré aunque sin mucho éxito.
Todavía no entiendo nada pero por suerte no me duele, sólo siento una presión, como cuando estoy resfríada y tratando de respirar por la nariz se me tapan los oídos.
Día 2
Dormir sentada es imposible, así de sencillo. No pude dormir mucho, en cuanto me iba quedando dormida me caía para alguno de los dos costados.
Me saqué todos los tapones y gasas que me habían puesto y la presión que sentía disminuyó un poco, pero sigue, supongo que está todo inflamado. Si bajo la cabeza muero de la presión atmosférica me parece.
Parezco Graciela Fernandez Meijide. Tengo los ojos tan tan tan hinchados que se me salen por fuera del yeso.
Muero de la intriga y solo veo la punta de la nariz, roja, aplastada por el yeso.
Día 3
Siguiendo con mujeres de la política, hoy parezco Mariela Muñoz, la travesti legisladora. La hinchazón de los ojos se me está bajando y ahora se depositó en los cachetes. Los moretones ya se están yendo.
Descubrí que sí me duele. Si hablo mucho, me duele. Hoy vinieron los chicos a visitarme y al rato de charlar me dolía toda la cara. En un momento Carito hizo un chiste que me tentó y sentí que me explotaba la cara.
Mati dice que estoy bien, que le dijo Eduardo que había estado todo más que bien y me que va a quedar una nariz bonitinha. I hope so.
Día 4
Traté de levantarme y es imposible. Como no puedo bajar la cabeza, en mi casa sólo puedo tirar el tiraje del baño, mirar la hora y revisar el estante de arriba de la heladera.
La perra me mira raro, se sube a la cama despacito y me lame las manos, pero más no se me acerca, es como si entendiera.
Hoy me dolió un poco y no se me pasó con el ibuprofeno. Lo llamé a Eduardo y me dijo que puedo tomar los calmantes que me dieron cuando me operaron la espalda. En eso estoy.
Día 5
Estoy durmiendo mucho, muchísimo. Es como si me hubieran molido a golpes (JA!) y ahora tuviera que dormir 20 años seguidos.
No sé si voy a poder ir a trabajar el jueves, así, seguro que no.
Capaz es que me siguen pesando los ojos, o los calmantes, pero no paso más de 1 hora seguida despierta.
Día 6
El yeso me baila. Si quiero, lo puedo mover. Estaba en eso cuando entró mi vieja y me vio. Decí que las vendas me dan inmunidad diplomática, sino hubiese tenido una respuesta más contundente. No me toco más. Igual es dificil, ya me veo la cara bien, sin moretones ni nada y quiero espiar. Encima las vendas que se despegan...
Día 7
Ayer antes de irme a dormir me saqué un cacho de yeso. Nadie se dio cuenta, lo volví a poner y lo pegué con más cinta.
Hoy fui de Eduardo a que me cambie el yeso por unas vendas.
Cuando me vi casi me muero. Soy una versión photoshopeada de mi misma.
Papá y mi hermanilla dicen que estoy re bien (ellos solos pudieron verme porque me acompañaron al doc) pero yo me veo espantosa.
Me aguanté el llanto todo el viaje desde Palermo hasta casa. Me tiré en la cama y ahi sí, cuando llegó mamá largué toda la angustia. No puedo creer lo que hice. Me vi horrible, hinchada, brillosa, falsa. Sobre todo eso, falsa.
Decí que confío mucho en Eduardo y que insistió con que no me quedara con lo que vi hoy, sino me arreglaba a martillazos limpios lo que me hizo.
Día 8
La gente mira. Hoy salí a la calle por primera vez y la gente mira y mucho.
Volví al trabajo. Mi jefa no se dio cuenta que tenía la cara vendada. Es una grande.
Hoy me maquillé porque a la luz del día me veo verde de los pómulos para arriba.
Me mareó estar afuera todo el día. Por suerte papá me lleva y me trae toda esta semana.
Día 9
Papá me llevó a inscribirme a fotografía. Cuando llegué, la misma persona que por teléfono me dijo que había cupo, personalmente me dijo que se habían cerrado los cursos.
Quise levantar la voz y no pude, casi me muero del dolor. De la bronca me puse a llorar y me morí igual del dolor. Por lo menos le hubiese gritado y hubiese sido menos frustrante.
Cuando llegué al auto papá se asustó, me miré al espejo y tenía toda la venda enchastrada en sangre. Lo llamó a Eduardo y le dijo que me calmara, que si seguía haciendo fuerza con la cara iba a seguir sangrando.
Después de 10 minutos pude estabilizarme, llegué a casa, me cambié parte de las vendas y me puse hielo.
Día 11
A la mañana me late la cara, me pongo hielo y se me pasa, así varias veces durante el día.
Hoy empezaron las clases en la facu, y como buena alumna fui. Sociales no es un buen lugar para ir con la cara vendada. La iba a buscar a la que un día había dicho en clase "Esta belleza oprime", pero no la encontré.
Día 13
Hoy tenía que ir de Eduardo a que me saque definitivamente las vendas pero tuvo un problema con la familia y tuvo que ir de emergencia. Mi vendaje es una mugre MAL. Me pica, me molesta y ni hablar de la intriga. La puta madre, no puede ser que de todos los días del mundo, el que se me atrasa es este.