11 de diciembre de 2007

El germen de su propia destrucción.

De mi paso por la carrera, hubo una serie de datos que me quedaron grabados en la memoria de manera indeleble, por impacto, por absurdo o por repitición.

Una de esas frases que se impregnaron e hicieron carne en mí fue "El capitalismo conlleva el germen de su propia destruccion". Básicamente si uno entiende eso, casi casi que puede egresar sin ningún tipo de traspié.

Como todas las cosas que suelo incorporar, esa sentencia me acompañó durante meses, buscando aplicarla en donde sea. Es usual en mí, buscar en la realidad confirmaciones de las teorías. En este caso, busqué durante meses prácticas, grupos, paradigmas y hasta estilos de vida que aplicaran a esa terrible sentencia, que poseyeran el germen de su propia destruccion.

Después de un tiempo me quedé tranquila y me preocupé por encontrar tríadas en cualquier lógica o de ver las contradicciones de las redes de relacion (o algo por el estilo).

Ayer me quedé en mi casa, usando uno de los días de estudio que me quedan.

Como no tenía que estudiar, aproveché y ordené mi cuarto, lavé ropa, arreglé pantalones, limpié la pileta, tomé sol y fui al super para comprar todas las cosas ricas que necesitaba para merendar. Recibí a mi hermana, merendamos juntas, escuchamos música y me dispuse a preparar la cena. Comimos pizza casera y miramos un rato de tele.

Cuando me tuve que levantar hoy a la mañana para venir a la oficina, me odié. Quise quedarme en la cama un rato más, quise levantarme y desyunar con mi perra, quise volver a tomar sol y cocinar algo rico, quise leer una revista a la tarde, y ver la repetición de alguna serie a las 3 de la tarde. Casi que quise quedarme ordenando la casa y esperando la vuelta a casa de los demás y ahi me di cuenta: tengo dentro mío el germen del ama de casa.

Tengo dentro mío el germen de mi propia destruccion.