13 de enero de 2010

Vos no estás es mi mente

Dada a encantarme nuevamente por las bondades de un González, soy protagonista de los mejores diálogos.

Fiesta de fin de año, en medio de una quinta:
Botona: ¿Y si vamos para allá que están tocando la guitarra?
González: ¿Y si mejor los dejamos tocar la guitarra y nosotros encaramos para otro lado?
Botona (mental): Tenés razón, mejor toquémonos nosotros dos.
Botona: Nooooo, dale, no seas tímido, vamos a escuchar como tocan la guitarra.

Misma fiesta de fin de año:
Compañero: Ella vive como vos, en Zona Norte...
González: Yo vivo en Nuñez. Igual no me molestaría ir para Zona Norte...
Botona: ¿Para volver ahora?
González: No, en general... que sé yo...
Botona (mental): Cuando quieras entonces venite a casa que te doy asilo.
Botona: No, por eso, a mi me lleva Martín, no te preocupes.


Un día cualquiera, volviendo del kiosko:
González: ¿A ver? ¿Qué me trajiste?
Botona (mental, mirando la bolsa): Mmmmm, que puedo ofrecerte? Tengo mi teléfono, lo querés? 15-3-1....
Botona (mirando la bolsa): Postrecito Ser, Cepita y mi teléfono, así que nada.


Otro día cualquiera, después de avisarle algo:
González: Ay, ¿qué haría sin vos?
Botona (mental): Sin mí, no sé, pero te puedo decir lo que podés hacer conmigo.
Botona: ... (me puse colorada y no pude articular palabra)


100 y un maneras de ser suspicaz, sensual e ingeniosa (sólo si estás en mi mente)