9 de abril de 2010

No me quiero olvidar

del momento en que me recibí.

Del latir fuerte del corazón, de las manos temblorosas y la electricidad en los brazos. De la reacción involuntaria de mi cara, mi sonrisa y mi risa casi contra natura. De las manos de mi hermana agarrando las mías todo el camino de ida y de la presión que ejercían en mi espalda cuando salí del aula, ya licenciada. Del orgullo que me di. Del nudo en la garganta, las ganas de llorar de la emoción tan fuertes que hasta vuelven cuando escribo esto.

(post y título inspirados en los primeros de También soy minita que me hicieron acordar de las cosas que no me quiero olvidar)