Si un muchacho te invita a comer esa noche, con claras intenciones de que el menú incluya cena, postre y desayuno, pero vos no tenés tiempo para pasar por tu casa, tenés dos opciones:
Si sos una chica Cosmo, aceptás sin dudarlo. Tu ropa interior es impecable y digna del catálogo de Victoria Secrets porque cual boy scout estás siempre lista.
Si sos yo, no podés aceptar hasta que tu amiga confiesa que tiene un conjunto sin usar que nunca se animó a ponérse, que si querés te lo regala; y terminás con un conjunto de encaje verde limón, que te deja media humanidad afuera y se cierra con unos cordeles al tono, pero que es infinitamente mejor que lo que tenías puesto que no sólo no conformaba un conjunto sino que tampoco coincidía en género ni color.
Sólo si sos yo.
(Igual le hicimos un favor al conjunto, porque un conjunto de encaje no cumple su misión en el mundo si no terminó tirado en el piso de un cuarto ajeno)
Rich Cat
Hace 1 día