Hay relaciones que no son sencillas de terminar.
Relaciones que te oprimen, que te pesan en el pecho, que te depositan las toneladas de pesar en las piernas cada día cuando te levantás y no te dejan avanzar.
Esas relaciones te deslucen, te hacen sentir nada, te dejan con la ambivalencia de saber que uno merece algo mejor, pero que por el momento no puede más que esto que tiene y eso lo deja destruido, corroído por dentro, sintiendo que uno vale un poquito menos.
Hay relaciones que no se pueden cortar porque si, porque uno no puede o no se anima a darse el permiso de vivir sin lo poco que le ofrecen, aunque cada día de relación implique lágrimas ahogadas, humillaciones y la certeza de que uno se muere un poquito.
En estas relaciones, por lo general, un clavo saca a otro clavo.
Y yo necesito un nuevo trabajo urgente.
Beginner
Hace 7 horas