23 de octubre de 2009

Amiga mía

A mi no me preocupa que me presente ante quienes me conozcan fortuitamente como su "amiga".

A mí lo que preocupa es que si a mí, que garchamos una vez por semana, nos hablamos cada dos o tres días y nos mensajeamos diariamente, me etiqueta de amiga, no puedo hacer más que desconfiar de cada vez que desestima una anécdota diciendo:

- Fulana? No, Fulana es mi amiga

14 de octubre de 2009

Cine ATP

Cuando era una recién estrenada puber, me ponía colorada e incómoda si en la película que veía con mi mamá, la protagonista se rateaba del colegio, mentía sobre quedarse a dormir en casa de una amiga o tenía una primera cita.

Ya de adolescente tardía me hacían carraspear y tragar saliva las escenas de descontrol, borracheras, experimentación con drogas y especialmente las escenas de sexo, si mi mamá era mi compañera de butaca.

A mi precoz adultez, no puedo quedarme quieta en el lugar si ante nuestra vista, el director decidió poner a una madre llorando, a una joven yéndose de su casa o peor aún una mujer en sus 40 desgarrándose de dolor mientras le pregunta a su infiel marido qué debería hacer cuando su traición la hace quedar a ella y a la vida que vivió como estúpidas.

(igual las escenas de sexo también un poco me siguen incomodando)

7 de octubre de 2009

Publicar entrada

Tras la Licenciatura, el Profesorado y horas de investigación, afamados editores se han dado a la tarea de publicar mi primer artículo científico.

La gente de Oblogo ha pensado buena idea darle un soporte en papel a mi libre interpretación de la Regla de 3 simple.

Para la versión online de tamaña pieza de investigación y desarrollo científico, por aquí.

Y gracias a la gente de Oblogo por hacerme autora publicada y permitirme la posibilidad de darle a mi abuela algo que le pareciera digno.

(porque la abu nunca entendió para qué tenía yo, un diploma en Ciencia Política)

2 de octubre de 2009

17 de octubre

para Fede

Te recomiendo, te pido, te imploro, espátula en mano te saques del cuerpo todos esos besos dados, enviados, referidos de mi parte, porque me llevo mis besos.
No te los dejo para más tarde porque suelen irse más rápido de lo que uno cree y cuando se van solitos, con autonomía y libre albedrío no hacen más que buscar víctimas. Mis besos, dispersos y militantes no van a parar a cuerpos que los aceptan con los brazos abiertos sino que buscan víctimas. Y eso no puedo permitírmelo.
Porque siendo victimarios ellos, soy su cómplice al darlos al azar, metiendome en una asociación ilícita, sufriendo el síndrome de Estocolmo, fascinada con los besos que me secuestran. Porque necesitás saber que el sádico besador, no es más que otra víctima de sus besos.
En algún momento de mi vida, han tomado determinaciones propias, y así, de mi boca de cuna radical salieron besos peronistas, arrebatados, aguerridos, con diente en cierto caso. Besos populistas que si hubiesen sido mostrados en público, la masa hubiese aplaudido diciendo: Eso es amor.
Pero te fuiste y se quedaron desconcertados y no va a pasar mucho tiempo antes de que busquen otra causa no elegida.
Entonces te pido que me los devuelvas, que no te cuesta nada, que no están rancios sino vivos y si no me los devolvés y los controlo van a ir a parar a la cama del compañero menos pensado.