17 de agosto de 2010

No soy yo, sos vos

Empecé a salir con un chico.

Dia 1: Me dijo que no quería que tuviéramos sexo, que queria "hacer las cosas bien" por una vez en su vida.

Dia 3: Me invitó a tener una segunda cita.

Dia 4: Dia, de su cumpleaños, lo empezamos juntos en un hotel.

Dia 5: Me preguntó qué se sentía hacer feliz a alguien.

Día 6: Me vino a buscar al bar donde estaba con mis amigas, para vernos 1 hs.

Dia 7: A pesar de odiar las películas, me invitó al cine.

Dia 9: Nos invitó a una amiga y a mí a una salida con un amigo suyo.

Día 10: Nos divertimos a la tarde buscando hoteles para pasar la noche.

Dia 14: Mientras me agarraba la mano me preguntó retóricamente si estábamos "hasta las manos" y se lamentó por ser lo único que no tenía que hacer en esta mitad del año.

Dia 15: Me desperté con un mail de él en mi casilla diciendo que tenía ganas de verme (Si, de nuevo)

Dia 16: Le escribí un mail donde le pedía que imaginara un mail gracioso, pero tierno, equilibrado, diciéndole cosas lindas y agradeciéndole por haber aparecido.

Día 19: Vino a hacerme mimos a mi casa (madre incluída), porque me accidenté rompiéndome cara completa y me regaló un potus, porque le dije que trajera cualquier cosa.

Dia 22: Me escribió una canción.

Dia 23: Le compré El libro negro del Bicentenario de Barcelona, porque lo quería y no se había querido llevar el mío prestado.

Día 24: Le dije que lo extrañaba.

Día 25: Me dijo que nos nos viéramos más porque yo estaba muy enganchada.

Día 130: Le dije que por más abandónico, egocéntrico y desamorado que fuera, él me gustaba, lo quería e iba a tener que bancársela.

Día 131: Se fue a vivir a otro continente.

(porque generamos estas pasiones, porque ya no duele y porque la parte en que lo queremos es cierta y queremos que le vaya bien)