27 de enero de 2010

Compra por impulso

Luego de poner en la canastita una esponja vegetal, jabón líquido y un nuevo cepillo de dientes, me acerqué a la caja.

Ahí, un bowl de exhibición ofrecía las cajitas apelando a la compra por impulso.

En un acto de inédito arrojo y optimismo agarré con inusitada confianza una roja y procedí a dársela a la cajera.

La cuenta que daba antes la suma de $ 27,20, ascendió a $32,20. Pagué gustosa y guardé todo en la cartera.

Vencen en el 2014, tengo tiempo para usarlos, pero aún así y dados mis últimos registros sexuales, creo que esos 3 Prime serán los $ 5 peores invertidos de todo el 2010.

(y eso que recién estamos en Enero)

14 de enero de 2010

En permanente actualización

En el laburo, de buenas a primeras, nos bloquearon el acceso a los siguientes "recursos":

Mercadolibre
Más Oportunidades
Facebook
Flickr
Gmail (de hecho todas las cuentas Google)
Blogger
Msn
Meebo
Ebuddy
IloveIm
KoolIm
Twitter
Youtube
Fotolog
Infobae
Taringa
FM100
Rapidshare
Megaupload
Cualquier página que tenga Flash
Hidemyass
Ninja Cloak
Vtunnel

Ahora, ¿alguien me recuerda para qué usábamos internet?

13 de enero de 2010

Vos no estás es mi mente

Dada a encantarme nuevamente por las bondades de un González, soy protagonista de los mejores diálogos.

Fiesta de fin de año, en medio de una quinta:
Botona: ¿Y si vamos para allá que están tocando la guitarra?
González: ¿Y si mejor los dejamos tocar la guitarra y nosotros encaramos para otro lado?
Botona (mental): Tenés razón, mejor toquémonos nosotros dos.
Botona: Nooooo, dale, no seas tímido, vamos a escuchar como tocan la guitarra.

Misma fiesta de fin de año:
Compañero: Ella vive como vos, en Zona Norte...
González: Yo vivo en Nuñez. Igual no me molestaría ir para Zona Norte...
Botona: ¿Para volver ahora?
González: No, en general... que sé yo...
Botona (mental): Cuando quieras entonces venite a casa que te doy asilo.
Botona: No, por eso, a mi me lleva Martín, no te preocupes.


Un día cualquiera, volviendo del kiosko:
González: ¿A ver? ¿Qué me trajiste?
Botona (mental, mirando la bolsa): Mmmmm, que puedo ofrecerte? Tengo mi teléfono, lo querés? 15-3-1....
Botona (mirando la bolsa): Postrecito Ser, Cepita y mi teléfono, así que nada.


Otro día cualquiera, después de avisarle algo:
González: Ay, ¿qué haría sin vos?
Botona (mental): Sin mí, no sé, pero te puedo decir lo que podés hacer conmigo.
Botona: ... (me puse colorada y no pude articular palabra)


100 y un maneras de ser suspicaz, sensual e ingeniosa (sólo si estás en mi mente)

11 de enero de 2010

Cuestión de peso

Tirada en la reposera, fastidiosa por el sol, sin ganas siquiera de broncearme, noté que cuando una está gorda y lo siente, no tiene ganas de hacer mucho para estar linda, ni de comprarse ropa, ni de salir a bailar, ni de tener sexo, ni siquiera de mirarse al espejo. Resulta que me di cuenta.

Que 7 kilos de más son el límite entre haber engordado y estar gorda.

Que el Large no le entra a ninguna mujer de más de 62 kilos, y el talle 4 sólo es tal en las tiendas de Once.

Que la gente está más dispuesta a aceptar un capricho ilógico como: “No, mayonesa no, porque no me gustan los alimentos amarillos” a que estás a dieta y por eso la ensalada la condimentás con aceto balsámico.

Que la misma gente que considera un argumento válido: “Hay gente que no tiene que comer y vos pasás hambre porque querés”, no cree tan irrefutable cuando uno le dice: “Hay tanta gente que no tiene que comer y con lo que vos gastás en el cubierto, comen dos”.

Que meter panza se puede convertir en una costumbre y eso sumado a no comer, te da espasmos en el diafragma y un hipo incontrolable.

Que la celulitis puede instalarse en lugares inéditos como los brazos, el plexo solar o las rodillas.

Que los hombres por más que dicen que prefieren que sobre y no que falte, ni bien te ven te dicen, de costado: “¿Engordaste?”

Y por sobre todo, que “yo me cuido un par de semanas y bajo”, es un mito.